domingo, 26 de octubre de 2008

Reivindicación Masculina

El 80% del salpicado de tabla o borde de inodoro se produce por el denominado “efecto rebote”. El chorro es vertido desde cierta altura, y al chocar con el agua cual clavadista mexicano, genera gotas de variados tamaños y composiciones, que contrariando todos los principios de la gravedad, se impulsan de abajo hacia arriba con inusitada fuerza.
El 20% restante se deberá sí, a “error humano”.
Posible solución: orinar sentado, lo que es aconsejado desde el ministerio de salud alemán (dicen que reduce la posibilidad de cáncer de próstata), pero resultaría ampliamente rechazado desde la “cátedra del macho” del humorista Coco Silly, por considerarlo de un reverendo Puto.

domingo, 19 de octubre de 2008

Vox Pópuli

En los últimos meses los temas que más midieron en el minuto a minuto de las conversaciones populares han sido dos: el “Torneo Fantástico Gran DT” y la crisis financiera internacional. En cualquier bar, oficina, club, colectivo, escuela, facultad, parque, etc. se escucha gente comentado que iba a poner a Sand, pero se arrepintió a último momento; que la bolsa se derrumbó por culpa de los tanques que mandó a fabricar el turro de Bush; que tuvo que mandar un mensajito para hacer una transferencia porque se le lesionaron todos los defensores; que cuanto está el verde; que en la oficina le toca hacer el café toda la semana porque quedó último en el maldito torneo de amigos; que se termina el capitalísmo (jajaja); que se murió la teoría del libre mercado; etc. etc. etc.
Casualmente, para tener éxito en cualquiera de estos dos temas, “El Gran DT” y “La Bolsa”, se requiere una composición indefinida de: acceso a información, capacidad para analizar la misma y tomar decisiones, y una gran dosis de AZAR, que desde mi punto de vista es el ingrediente principal de esta mezcla.

jueves, 16 de octubre de 2008

About Woody

Mi mujer es fanática de Woody Allen. Lo admira. La divierte. Y como a veces a ella le toca escuchar al flaco Spinetta, o a Coki and the Killer Burritos para acompañar mis gustos, a mi de vez en cuando me toca ver una película del director neoyorquino. Ojo, tampoco puedo decir que no me guste, pero es bueno mandarse un poco la parte, como para que parezca que se está haciendo un esfuerzo.
Rescato de él muchos de sus particulares planos, su comicidad, su visión realista de temas como el sexo en las parejas actuales y su pasión por mostrar las calles de la ciudad de la cual se enamora (antes New York, ahora Londres, mañana quien sabe…). Pero definitivamente lo que más disfruto de sus películas es cuando utiliza a sus personajes para expresar sus propias reflexiones u ocurrencias. Perdidas en un diálogo, muchas veces hasta descontextualizadas, aparecen sus ideas más brillantes, sus ironías más logradas y su particular capacidad de entender al mundo y al Hombre. Eso es lo que más disfruto de su cine.
Por otro lado, el tipo se obsesiona con algunos temas y se repite demasiado.
Anoche terminamos de ver “Crímenes y Pecados” (que debo decir, me pareció un muy buen film) y le encontré muchas coincidencias con Match Point y Cassandra’s Dream. De por sí, en estas dos últimas subyace básicamente la misma historia, personas que ascienden unos escaloncitos en su nivel de vida, y que para no bajarlos, se ven obligados a cometer un asesinato. En las tres, rondan los mismos temas: infidelidad, status social, ambición y la cuestión moral ante la decisión de quitarle la vida a una persona.
De todas formas todas estas cuestiones, por repetitivas que sean, son en su conjunto mucho más de lo que estamos acostumbrados a recibir del cine Yankee.