A mi modo de ver existen dos tipos de intelectuales, los que se distancian de "la masa" (quienes representan apoximadamente un 90% del total de intelectuales del universo) y los que de cuando en cuando se camuflan y encarnan "la masa" (el resto). Habrá puristas que consideren que este segundo subtipo, no califican realmente como itelectuales, ya que consideran ambos conceptos, masa e intelectual, como opuestos, antagónicos. No obstante ello, para mí, no sólo lo son, sino que gozan de un plus que los distingue del resto.
Quien haya saltado junto con 15.000 personas al ritmo de una canción en algún recital, o aunado su voz con otros 40.000 en una cancha de fútbol sabe a lo que me refiero. Conoce lo que es el éxtasis de formar parte de un conjunto que parece infinito, que potencia al máximo el goce de un triunfo o un bonito estribillo...
Quizás Borges nunca gritó un gol agarrado al alambrado... bueno, quizás el Negro Fontanarrosa pueda intentar explicarle lo que se perdió.