viernes, 29 de febrero de 2008

People are Strange

Habrá sido allá por el '99 cuando en alguna de esas noches de semana en que nos reuníamos 3 o 4 a tomar un cafecito, intentando ganarle horas al sueño, que dimos con aquel bar de Pichincha. Nos gustaba variar de parada, creo que lo hacíamos para dar vueltas en auto, y usufructur nuestros recientes carnets de conducir.
Aquel jueves vimos la persiana vieja de la ochava baja, un platillo y un micrófono que se asomaba por una ventana lateral, y un lindo ambiente adentro, de luces bajas, cálidas, con algo de humo de cigarrillos y café.
Estacionamos y nos asomamos por la puerta. Nos sorprendió la cantidad de gente, y no pudimos evitar entrar. Pronto nos acomodamos, primero en la barra y luego en una mesita. El café que buscabamos se transformó en una cerveza, que no fue la única. El lugar se llamaba Chicago's Blues. Viejo edificio, como todos los de pichincha. En la pared colgadas fotos del que sería el dueño del bar con Pappo, y una viola negra firmada por él. Quién tocará, nos preguntabamos, hasta que unos cuantos desconocidos empezaron a tocar. Cuando la gente empezó luego de algunos temas a levantarse de las mesas para tomar algún que otro instrumento, nos dimos cuenta de que era una zapada. Blues, desde el más purista al más argento, para todos los gustos. Lo mejor de aquella noche fue un hombre de unos 50 años, flaco, canoso. A todos nos llamó la atención sus manos; uñas sucias de grasa; todos lo hacíamos mecánico. Cantó con una voz desgarrada, blusera, que aún hoy, al recordarla, me entristece.
Y volvimos, al otro jueves, y muchos jueves más... alternando los 3 o 4 asistentes, casi siempre con el Pichi (nosotros 2 eramos infaltables).
Así fue que una noche que nos instalamos temprano, mientras servíamos nuestros primeros vasos de cerveza, una parejita de nuestra edad ocupó una mesa próxima a la nuestra. Me acuerdo que ella tenía unos rulos no muy marcados y una larga pollera. Era linda, pero nada llamativa. Cariñosa, rodeó con sus brazos el cuello de su novio, y le silbó al oido el estribillo de People are Strange de The Doors. Esa noche entendí lo que estaba buscando.

Buenos días otra vez

Frula me dice: Es muy bueno, no lo escuchaste? ah, no sos más piojoso... mirá que me acuerdo yo;a Mariana me la presentaste en un recital de Los Piojos... (me hablaba del último disco de esta banda, llamado Civilización).
Y no, la verdad que piojoso, lo que se dice piojoso, no soy más. Pero de todas maneras como no acudir compulsivamente a la escucha de un disco que alguien recomienda de esta manera.
Y hace casi 2 semanas que lo tengo en mi pen drive, acompañandome por todas las PC por las que paso... creo que me enganché demasiado. Buen disco, escencia piojosa, con un buen roquito (Unbekant), un reagge concienzudo (Civilización), un par de bajadas de línea y mensajes de rescate (Hoy es hoy)... se nota que están más maduros (que es la forma elegante de decir que están un poco más viejos).
Pero sin dudas lo que más me tocó de este disco es su último tema, Buenos días Palomar... es sin dudas un pedazo de Barrio hecho canción. Estrofas plagadas de guiños de cotidianeidad y lugares del barrio de estos músicos, que son sólo de ahí, pero también son de todos lados... o mejor dicho de todo barrio (que linda palabra, barrio). Me hizo sentir el olor al Nueva Aurora (cosa que hacía rato no me pasaba). Si tienen la posibilidad ponganle la oreja.

lunes, 4 de febrero de 2008

Buena Respuesta

Hojeando el Clarín dí de casualidad con un cuestionario realizado a un actor que no conozco, de nombre Juan Minujín (aparentemente hace teatro en Capital). Del mismo transcribo (mejor dicho, copio y pego) una de sus preguntas y su correspondiente respuesta, la cual me pareció brillante:
P:¿Cuál es su ideal de felicidad en la tierra?
R: Que se ponga en marcha un programa de intercambio en el que los que viven en el centro de Illinois, se pasen una temporada en el centro de Bagdad; los que viven en Tel Aviv, una temporada en la Franja de Gaza; y los que están en una cárcel VIP en Marcos Paz, vayan a un pabellón común en Devoto (los ejemplos seguirían y seguirían).
Sí, los ejemplos seguirían, y a mi se me ocurrieron varios más.

Parece que la gente de Clarín realiza este cuestionario, el mismo cuestionario, a distintos personajes. El nombre del mismo es "Cuestionario Proust". Resulta que al escritor francés Marcel Proust, a quién -disculpen la ignorancia- es la segunda vez que siento nombrar (la primera había sido en la película "Pequeña Miss Sunshine"), le realizaron la misma serie de preguntas dos veces, y por ello se otorga este nombre a la encuesta.
Cliqueando aquí pueden acceder a otros personajes, en su mayoría actores y músicos, que lo respondieron con mayor o menor genialidad.