jueves, 16 de octubre de 2008

About Woody

Mi mujer es fanática de Woody Allen. Lo admira. La divierte. Y como a veces a ella le toca escuchar al flaco Spinetta, o a Coki and the Killer Burritos para acompañar mis gustos, a mi de vez en cuando me toca ver una película del director neoyorquino. Ojo, tampoco puedo decir que no me guste, pero es bueno mandarse un poco la parte, como para que parezca que se está haciendo un esfuerzo.
Rescato de él muchos de sus particulares planos, su comicidad, su visión realista de temas como el sexo en las parejas actuales y su pasión por mostrar las calles de la ciudad de la cual se enamora (antes New York, ahora Londres, mañana quien sabe…). Pero definitivamente lo que más disfruto de sus películas es cuando utiliza a sus personajes para expresar sus propias reflexiones u ocurrencias. Perdidas en un diálogo, muchas veces hasta descontextualizadas, aparecen sus ideas más brillantes, sus ironías más logradas y su particular capacidad de entender al mundo y al Hombre. Eso es lo que más disfruto de su cine.
Por otro lado, el tipo se obsesiona con algunos temas y se repite demasiado.
Anoche terminamos de ver “Crímenes y Pecados” (que debo decir, me pareció un muy buen film) y le encontré muchas coincidencias con Match Point y Cassandra’s Dream. De por sí, en estas dos últimas subyace básicamente la misma historia, personas que ascienden unos escaloncitos en su nivel de vida, y que para no bajarlos, se ven obligados a cometer un asesinato. En las tres, rondan los mismos temas: infidelidad, status social, ambición y la cuestión moral ante la decisión de quitarle la vida a una persona.
De todas formas todas estas cuestiones, por repetitivas que sean, son en su conjunto mucho más de lo que estamos acostumbrados a recibir del cine Yankee.

1 comentario:

Luna dijo...

Coincido con el fanatismo. De la llamada "trilogía londinense" prefiero Match Point, pero si tenés ganas de reirte te recomiendo Scoop.
Saludos!