martes, 1 de julio de 2008

Kilómetros compartidos

En la vida uno viaja los kilómetros que hace por si mismo, y los kilómetros hace por lo que le cuentan los demás, de sus propios viajes. Soy fanático de las anécdotas de viajeros. Espero sus narraciones e impresiones, casi con la misma ansiedad que los regalos que puedan haberme traído.
Escuchando a un viajero uno conoce lugares, culturas, paisajes, costumbres, comidas, olores y un sinfín de cosas nuevas del mundo que nos rodea. Pero también conoce un poco más de la persona que comparte su experiencia de viaje, porque en sus relatos se imprime su subjetividad. Para bien o para mal.
Por ejemplo, hace unos días, un conocido que volvía de recorrer Europa...
- ¿y... que tal ese paseo?
- Ahh... hermoso...
- qué le pareció el viejo mundo???
- Ahh... impresionante... en la calle, ni un solo papelito...
A mi, la verdad, un tipo que viene de recorrer varios países de Europa, y lo primero que me dice es que no vio un papelito tirado en la calle, que querés que te diga... me deja sabor a poco... No desconozco que está tratando de trasmitirme una diferencia cultural, expresada en hábitos de limpieza o respeto por el medio ambiente... pero el tipo estuvo por la Costa Azul, visitó el Louvre, el Partenón, La Sagrada Familia, el Escorial, y lo primero que me dice es que no vio un papelito en la calle?????
Así como están las anécdotas, contadas voluntariamente, están también las preguntas... muchas de ellas pavas, anunciadas, obligadas y mayormente relacionadas con el lugar visitado. A modo de ejemplo...
Recién llegado de:
Alemania: - ¿comiste chucrut?
Brasil: - ¿muchos culos lindos?
Ibiza: ¿hacen topless las europeas?
Cuba: ¿che, cómo viven allá?
Espero seguir sumando kilómetros, tanto propios como ajenos, así que si quieren me cuentan anécdotas de viajes.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Mi mejor viaje: Río III en enero del 96 (después de las explosiones en la fábrica militar). Entendí cómo se puede disfrutar de las vacaciones haciendo trabajo de albañil, durmiendo 4 horas por día, llorando con los familiares de los que murieron atravesados por esquirlas y volver a tu casa valorando todo mucho más. Un mes que me marcó para todo el viaje...